miércoles, 29 de octubre de 2008

MEXICANISIMO

A mi los muertos no me quitan el miedo.
POR ARELI Y . PEREZ ACOSTA
México es un país muy rico en cultura, tradiciones y costumbres. Una de las más importantes es el 2 de noviembre; nuestro tradicional día de muertos. Se vive de diferentes formas en todo el país, un ejemplo es Michoacán en la isla de Janitzio; lugar que muestra una población de costumbres alumbrando el lago de Janitzio para guiar el camino de los difuntos; un espectáculo como ninguno. Los pescaderos hacen su labor con máscaras, iluminados por sirios y alfombras de flores naranja.
Sin irnos tan lejos, tenemos el lago de Xochimilco, un espectáculo maravilloso y como actriz principal; la ruidosa “Llorona”; uno de los mitos más significativos del país.
Así podremos ver la amplia gama de celebraciones combinadas con historia, cultura, religión y diversión que sólo en México podemos encontrar, pero ¿cómo se vive un día de muertos en el resto del Distrito Federal?

La velocidad de la ciudad ha disminuido el tiempo para realizar estos ritos tan de nosotros. Los tiempos se acortan debido a la vida tan ajetreada que se vive en la urbe. Por tal motivo es más fácil adquirir costumbres extranjeras que fomentar las propias. Un ejemplo claro es celebrar el 31 de octubre (Halloween) por el 2 de noviembre ( día de muertos), hacer una fiesta de disfraces o pedir quinto para la calavera; cuando nuestra cultura mexicana abarca historia, religión, y tradición, no solo un día de fiesta y descanso.

Ya no se ponen aquellas ofrendas que abarcaban toda la mesa del comedor, adornada con flores de cempasúchil y nube(propias del día de muertos), platillos favoritos de los difuntos, fruta, calaveras de azúcar y chocolate con el nombre de la persona fallecida, dulce de camote, pan, agua, leche, fotografías, pertenencias y hasta sus vicios. Ahora es espacio que se le da a esta ofrenda es en la esquina de la mesa de la cocina con 3 naranjas, 1 caña, y una veladora – si bien le va-.

La poca difusión a las nuevas generaciones ha dado como consecuencia el rezago de las tradiciones, sobre todo en la ciudad; y ¿a qué se debe esto?. Opino que se debe simplemente al ritmo de vida, pues los tiempos de ocio son mayores en un pueblo que en una ciudad, sin dejar atrás la gran influencia que se tiene por la religión y la tradición.

La ciudad maneja una forma de vida muy acelerada, ocasionada principalmente por la sobrepoblación, que hace que las vialidades consecuentemente estén bloqueadas y tengamos que tomar más tiempo para cosas tan cotidianas como ir al trabajo; dejando para otro momento actividades a las que no les damos tanta importancia como las tradiciones. La provincia al contrario al no tener actividades tan diversas, optan por mantener vigentes esas creencias pues para ellos es “una forma de vida”.

El dejar atrás estas costumbres, es dejar atrás nuestra historia y nuestra identidad como mexicanos. Por eso pienso que es importante mantener vivas nuestras tradiciones, pues nos enriquece en el especto cultural, fomenta el turismo, puede compartirse entre familia y se disfruta a pesar de que el tema de la muerte es algo triste y hasta espantoso, los mexicanos estamos acostumbrados a celebrarlo con el humor que nos caracteriza plasmándola en versos y rimas llamadas “calaveritas”.
Los invito a festejar al estilo mexicanisimo que todos llevamos dentro, no sin antes dejar una pequeña calavera para todos nuestros amigos que no tiene tiempo para los muertos.

CALAVERA AL TIEMPO

Estaba el reloj diciendo

-¡No hay tiempo para festejar!-

y todos los cempasúchil

se pusieron a llorar

La calabaza, camotes y naranjas

comenzaron a rezar

¡Que venga la Santa Muerte

a poner al de las manecillas en su lugar!

En eso llega la catrina

y se lo lleva a desarmar.

Sin quien molestara con el tiempo

la ofrenda y la huesuda se pusieron a bailar.

Areli Y. Pérez Acosta.

4 comentarios:

Palomita Azucarada dijo...

Es muy importante festejar y conservar nuestras tradiciones, como lo es el día de muertos. Es cierto que con el tiempo es un poco complicado llevarlas a cabo, pero no es imposible.
Muchas personas siguen poniendo ofrendas, es cierto que no como antes, pero no es cuestión de olvido, pueden existir muchos factores involucrados, por ejemplo mi casa es muy pequeña para poner una ofrenda grande, y no la podemos poner en la mesa si no en donde comemos, aunque se que son poco días, el espacio es importante, tratamos de poner lo indispensable, si ponemos fotografías, frutas, veladoras, antojos del difunto, agua, etc.
Tampoco es totalmente cierto que ya no inculcamos neustras tradiciones, pues en todas las escuelas les hablan de esta celbración, ponen altares mucho más grandes que en nuestras casa, visten calaveras, hacen concursos de calaberitas literarrias, comen calaberitas de azúcar o chocolate, etc.
En muchos lados hacen celebraciones especiales, y a los niños les gusta.
Además no tiene nada de malo que los niños vayan en por las calles a pedir calaverita, o festejar el famoso Halloween, porque queramos o no ya forma parte de nosotros, existe una trasculturización y es bonito celebrar también esas cosas.
Pienso que te falta en la redacción, porque en ocasiones el texto se pierde y también evitar la repitición de palabras e ideas.
La calaverita literaria al final me parece una buena ilustración de nuestras tradiciones, pero creo que le falta un poco más en la redacción.

Anónimo dijo...

Felicitaciones!!
ME gustó la calaverita. El texto ni hablar, invita a la reflexión, y es que es imposible hablar caso por caso. No sé si sea bueno generalizar pero asi se deben acomodar las palabras, digo, no podemos enumerar lo que se hace en casa de Conchita con lo que se hace en casa de Luis porque sino nunca terminamos.
Me gustó el texto, es sencillo, nos ilustra a la perfección de una tradición en decadencia por parte de los que ya nos encontramos sumergidos en las grandes urbes de México.
En cuanto a Halloween, es un mero pretexto de consumismo, más que un arraigo a la cultura, es un golpe más a nuestra economía.

Catalina Lara dijo...

Nuestras tradiciones son muy bonitas, pero creo que lo más importante no es poner una ofrenda sino recordar a las personas que ya no están con nosotros y agradecer a la vida por habernos permitido conocerlas y por todos los momentos que vivimos a su lado y lo que aprendimos de ellos. Aclaro que con esto no me refiero a que esté mal poner una ofrenda, simplemente no creo que sea lo fundamental,pues mucha gente piensa que si no pones ofrenda no celebras ese día y no estoy de acuerdo con eso.
Sobre el halloween, no creo que tenga nada de malo, simplemente forma parte de la diversión, pueden celebrarse los dos días a la vez y no se te aparece nadie ni te pasa nada.
En el aspecto formal del artículo, me pareció muy bueno y claro, creo que cualquier persona que lo lea puede entenderlo porque es muy sencillo. ¡Muy bien chicos, sigan escribiendo!

Anónimo dijo...

MUY BIEN ARELY, REMATAR CON LA CALAVERA COMPENSA ALGUNOS DETALLES DE REDACCIÓN.

 

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