- El ocaso de la Reina y la Princesa usurpadora
Por Giovanna Villarreal Estrada
www.redmoonwonderland.blogspot.com
Cuando yo tenía 15 años, la gente solía llamarme ‘darketa’. Lo anterior, no es una confesión, que absurdo si lo fuera, eso era una obviedad que hasta la fecha, tiene reminiscencias. A esa edad, además de mi ropa oscura, escuchar a ciertas bandas de rock y ciertos hábitos poco comunes como fumarme una cajetilla de cigarros negros -como están hoy en día mis pulmones- y beberme una botella de tinto al día, tenía la mala costumbre de saltarme clases y leer lo que según yo aumentaba mi formación humana.
La literatura ‘dark’, o ‘gótica’ como se le conoce aunque no es lo mismo, estaba por llamarlo de algún modo en la lista prioritaria de libros que consumía cual caramelos tranquilizantes. En este sentido, nunca discriminé autor alguno y los libros que mis ojos y dedos saboreaban viajaban como tren bala de Baudelaire a Lewis Carrol, de Saint- Exupéry a Albert Camus y de Lovecraft o Poe, a la “Reina Maldita:” Anne Rice. Sobre ésta última, les contaré una historia de terror que por ese entonces, se me antojaba imposible.
Escritora de “culto” y lo entrecomillo porque no hay tal cosa en una autora cuyas obras han sido ‘best sellers’, Anne Rice ha escrito más de 25 libros, además de cuentos y ensayos históricos. Entre los primeros, figura la serie de “Crónicas vampíricas” como posteriormente se les denominó y que empezarían con “Entrevista con el Vampiro” en 1976 (libro que se volvió película en 1994) y terminaría en 2003 con la publicación de “Cántico de Sangre.” A esta serie se le unirían dos obras más del mismo tema llamadas “Las nuevas historias de vampiros” (“Pandora” y “Vittorio”) publicados en 1998 y 1999 respectivamente y que completan todo lo escrito por la autora referente al tema. El resto toca temas tan diversos como la historia de Nueva Orleans, Brujas, espíritus antiguos, así como relatos eróticos que fácilmente le hacen competencia al Marqués de Sade, pero eso sí… es otra historia
El universo de Rice, sea vampírico, de brujas o sexual, es siempre un trago apetecible como el buen tinto, porque Anne Rice se bebe no se lee. Ya sea por la narrativa, a la vez fluida y elegante, o por la precisión histórica que esta autora maneja con el rigor de una celadora muy pendiente de su oficio, o por las diversas temáticas que aborda a través de cada personaje; su lectura pertenece al tipo que puedes rebeber sin temor a indigestarte. Leer las crónicas vampíricas no es leer sobre vampiros. No es transportarte a un mundo ajeno y fantástico donde lo imposible se vuelve cotidiano. Por el contrario, el éxito de Rice reside en que a través de estos seres, se dejan expuestos los pensamientos, emociones y frustraciones más humanas. Logrando así, que lo más cotidiano se vuelva fascinante. De la mano de Rice conocí a autores tan interesantes como a William Blake, o William Styron, conocí música, pintores y hasta mitologías, entre otras muchas referencias, que te llevaban de un autor de filosofía a otro, con una exactitud tan vertiginosa como yo cambiaba de lectura.
Pero esto es una historia de terror, no lo olviden.
Anne Rice, dejó de escribir en el 2003, poniendo el punto final a las crónicas vampíricas y en sí a todo su ciclo oscuro, para dar un giro católico -¡El horror!- y publicar en 2005 (después de tanto esperar una nueva botella) el único tema que desde esa fecha y en adelante será su motivación: Cristo. Intenté leer “El niño judío”, pero he de admitir no llegué ni a la mitad, “la reina Maldita” buscaba salvación y al respecto no hay mucho que hacer. En su ocaso, una princesa ha usurpado el lugar que por años llevó Rice dentro de la literatura mal llamada ‘gótica’: Setephanie Meyer. Ella, con su serie de libros de vampiros "Crepúsculo", (2005, y próximo a estrenarse como película) "Luna nueva", "Eclipse" y "Amanecer", publicados consecutivamente hasta 2008, ha logrado posicionarse en la preferencia del público y consagrarse, como la nueva ‘Reina de los vampiros’ en la también 'nueva generación' de los que ahora llaman como a mi a los 15 “darketos” o “góticos.”
A casi 10 años de tener ese apelativo, cuando sigo fumando cigarros que me dejan negros los pulmones aunque su color sea blanco y tengan doble filtro, leer a Meyer me produce una desazón inminente. Ninguno de sus libros, me ofreció una narrativa elegante, su estructura es cuadrada y digamos predecible, la historia se desarrolla, sin filosofía u emociones complejas, es –por llamarlo de algún modo- un best seller hecho y derecho, que jamás podría llevar un apelativo de literatura de “culto”. Estos libros, entran en el grupo de hacer cotidiano lo fantástico. Cuentan una historia de amor ‘tan imposible’ como resulta cualquier otra, en la vida de cualquier preparatoriana enamorada del chico malo.
Pienso entonces, en qué será de las futuras generaciones de ‘darkies’ que orientados por la nueva industria, pasarán sin leer a la ya consagrada Anne Rice, dejados a la merced de una ‘Princesa’ cuyo mayor logro es contar historias de amor. Novelas ligeras que tarde o temprano, se descubrirá son sólo otras tantas que obedecen al mito de la cenicienta, aunque ésta, para llegar al castillo se tenga que vestir como ‘Gothic Lolita’…
PD. ¡Feliz Samahin a todos! y que la Luna los colme de bendiciones en este nuevo ciclo…
3 comentarios:
La verdad yo no se nada de esta literatura, porque nunca la he leído. Digamos que tengo otras preferencias. Lo único que he leído de vampiros es Drácula.
Pero me yamó la atención esta autora Anne Rice, ya que los títulos que mencionas se oyen interesantes.
Se nota tu preferencia por Rice que por la segunda y, expones muy bien tus puntos de vista.
No puedo decirte cual es la mejor para mi, pero esta lectura me invitó a leerlas y hacer su comparación, cuando lea algo de ellas te daré mi opinión.
Es normal, que la gente sustituya a otra, aunque la última no sea mejor que la primera. Porque como tu lo dijiste, la reyna es la reyna y, las princesas nunca podrán ocupar su lugar.
Bueno, primero que nada, gracias por mostrarnos tus gustos, particularmente literarios.
No tengo un tipo predilecto de lecturas, escritos, autores, estilos, me gustan las historias de vampiros, en particular aquellas que no se relacionan con el estereotipo que vino a designarse a los vampiros desde Drácula.
En particular autores como Goethe, Maupassant, Gautier, Hoffman, entre otros, me cautivan con este tipo de relatos vampiricos.
No he tenido opotunidad de leer a Ann Rice, pero tengo bastante interes en hacerlo, cuando termine mis lecturas curriculares y personales, y ahora gracias a ti me he animado a hacerlo. :) jeje y me pareció muy bueno que la elevaras al nivel de Sade.
Tampoco he leido la serie de Twilight, pero ahora que lo recomiendas comenzare con Rice.
En fin, la estructura de tu texto me pareció buena, ordenada, sensata, solo que en partes, no hay mucha claridad de ideas.
Visite tu blog, tienes temas interesantisimos, que me tomare el tiempo para leer en mis ratos libres.
:)
saludos
hola...
pues en cuanto a la literatura tienes razón, existen muchos autores realmente buenos que son olvidados y sustituidos por otros, no digo peores o málos porque cada autor en esta vida tiene su esencia y gustos propios, pero lamentablemente llegan a ser comparados con aquellos que no tienen comparación.
me gusta mucho como es que incorporas palabras fuera del tema para describir las sensaciones y placeres de tu lectura. Gracias a ello logras atraparme y me has animado a leer este tipo de literatura, que para ser sincera no he tenido el gusto de deleitarme y "beberla" com dirías tú.
Un saludo y un abrazo a todos... espero que sigan con su proyecto ya que en verdad es bueno y nos da un espacio de cultura y xq no? de diversión y entretenimiento.
besos y cerezas mágicas
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